En la Rioja conjugan la historia con la tecnología

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Bodegas Ramón Bilbao, ubicadas en Haro (La Rioja) celebra este año su 90 aniversario,  y se proyecta construir una nueva nave para sus vinos especiales, con la que hará un "guiño" a la arquitectura e incorporará las últimas tecnologías en enología, que conviven con su historia y tradición.

El director general de Ramón Bilbao, Rodolfo Bastida, comentó que estas bodegas, con una producción de tres millones de botellas y 18.000 barricas, se plantea este nuevo proyecto tras haber remodelado su edificio más antiguo y rescatado, con motivo de su 90 aniversario, la ambientación original de 1924, en la que destacan seis tinos de madera del año de la fundación.

Esta bodega tiene "una gama de vinos clásicos con el crianza, reserva y gran reserva, que básicamente envejecen en roble americano"; y otra que representa "un corte más moderno, con más respeto por la fruta y buscando, incluso, expresiones más concentradas, lo que se podría reconocer como vinos más modernos", envejecidos en roble francés.

"Para toda esa gama queremos construir un nuevo edificio, junto a las instalaciones actuales, para incorporar las últimas tecnologías, las cosas más modernas en la enología, que cuando te pares delante de ella sea un poco como reinventar los materiales clásicos", indicó Bastida, enólogo de formación.

Los responsables de la bodega, enmarcada en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, se encuentran en un proceso de diseño de esta nueva nave, que se prolongará durante 2015, pero creen que, en un porcentaje muy alto, se optará por fermentaciones en hormigón y elaboraciones en madera.

Bastida ha insistido en que este nuevo proyecto no supondrá un aumento de la producción porque su deseo "no es ceder un ápice en el interés y la calidad", pero sí quiere "trabajar mejor, con más comodidad, con más paciencia con los vinos, poder seleccionar y poder hacer vinos cada vez más intensos y más apreciados".

El diseño que se aplicará a este nuevo edificio será un guiño a la arquitectura y estará integrado en el entorno

"Ramón Bilbao, fundada en 1924, tras 90 años de historia, puede permitirse la licencia de hacer algo moderno, quizá, trabajando con las cubiertas, que a lo mejor son vegetales, pero que respeten mucho el proceso productivo".

Ha reconocido que la bodega ya se planteó este proyecto constructivo en 2007, pero optó por dejar pasar un tiempo debido a la crisis económica y ahora lo ha retomado, con la previsión de que las obras puedan iniciarse a finales de 2015.

Bastida se incorporó a estas bodegas en 1999, cuando la empresa familiar "Diego Zamora, S.A." las adquirió e inició un nuevo programa de modernización y adecuación de las instalaciones, "una nueva etapa de expansión de la distribución y un gran impulso de la marca al nivel del consumidor", con "el reforzamiento de la oferta con una gama de vinos más actualizados".

"Nos incorporamos a Ramón Bilbao un equipo de personas muy jóvenes en aquel momento, que teníamos poco miedo a casi nada y tomamos decisiones que podían ser arriesgadas en cuanto al cambio de vinos", ha apostillado Bastida.

Sin embargo, esos cambios siempre los hicieron con una consideración "muy importante" a los que en ese momento eran sus consumidores y con un respeto "muy profundo" a los que habían estado tomando sus vinos hasta esa fecha.

En esta bodega, "las nuevas tecnologías se combinan con la tradición para conseguir vinos al gusto moderno, sin olvidar al consumidor de toda la vida", ha insistido.

Bodegas Ramón Bilbao se fundaron oficialmente en 1924, pero, con anterioridad, Ramón Bilbao Murga ya comercializaba vinos en Haro y supo transmitir a sus generaciones posteriores "el amor por este arte"; y en 1972 pasaron a ser propiedad de la familia Lecenda.

Con esta nueva etapa, ha explicado, se inició la expansión de la marca, se construyeron nuevas instalaciones en la ubicación actual de la bodega y se concentró en la elaboración de vinos de crianza.

La adquisición de la empresa por "Diego Zamora, S.A.", que es "uno de los mayores grupos de bebidas de España", ha supuesto una nueva etapa en la bodega, que exporta el 30 % de su producción.

Tras 90 años, según Bastida, "la bodega continúa con una producción fiel a la más pura tradición riojana" y sus trabajadores son "verdaderos expertos en la crianza de vinos", elaborados con "uvas de los mejores pagos y viñedos, barricas de los mejores robles europeos y americanos y el mimo y buen hacer de los profesionales".

Fuente: diario de vinos

 

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